Pero la realidad, ¿de qué está hecha? De circunstancias, a través de las cuales se nos despierta, y que son el modo concreto para que no decaigamos, para que no sucumbamos a la nada, y nos sintamos preferidos.







jueves, 2 de noviembre de 2017

Os conformáis con trabajos de mierda porque nunca habéis visto un milagro

“Os conformáis con trabajos de mierda porque nunca habéis visto un milagro”
(Blade Runner 2049)


Levantarse cada día para hacer lo que toca. Resignados a la vida. Supervivientes. 
Como si la única respuesta posible al despertador fuera un café cargado para soportar un día más.
Decepcionados de todo lo que se prometía en lo que deseábamos. Como si la realidad no pudiera ofrecernos nada más. Como si nada fuera a estar a la altura. Y nos encorvamos. 
Palmadita en la espalda, es lo que hay. Y censuramos nuestro deseo. 
Dejamos de esperar. Dejamos de estar abiertos. Dejamos de acoger. 
Esperar que se cruce alguien que vive mejor que yo. Abiertos a que suceda algo que nos despierte deseos de bien que antes no teníamos. Acoger sin prejuicios una posibilidad de vivir bien la vida. 
Y se nos pasa la vida. Enterrados en mierda. Conformándonos con que se está calentito ahí. Repitiéndonos el mismo mantra una y otra vez “no desees tanto” “la vida es así”. 
Pero el milagro está ahí fuera. Acampando en medio de los hombres. Buscándonos para rescatarnos, cada día, de la cautiva posibilidad de ser felices. Una vez más. Hoy. Ahora.

Compartir