Pero la realidad, ¿de qué está hecha? De circunstancias, a través de las cuales se nos despierta, y que son el modo concreto para que no decaigamos, para que no sucumbamos a la nada, y nos sintamos preferidos.







jueves, 25 de diciembre de 2014

¡FELIZ NAVIDAD!


Esto no es un deseo para tu vida, es una invitación a vivirla, y es para ti, para ti, ¡y para ti también!



¿Por qué esperamos en la vida, si nadie nos ha prometido nada? Porque estamos vivos.   

La Navidad es el desafío de un Dios que no quiere respondernos de forma ridícula respecto a las dimensiones de todas las circunstancias que vivimos.   

Por eso, elige afrontar todo lo que nos pasa cada día, siendo sutil, habitando nuestra misma piel, para encontrarnos desde la mirada de un niño, que nos despierta a no conformarnos con esperar ‘esto’ o ‘aquello’ en la vida y acabar frustrados cuando no llega como imaginamos; sino a mirar la realidad con el asombro del niño que lo espera ‘todo’, y lo acoge con los ojos como platos en la sorpresa de que toda circunstancia, toda persona, todo lo que me pasa, es para mi, tiene que ver conmigo.   

Entonces, cada momento del presente, se    convierte en un inesperado regalo, que nos hace sabernos amados, y así, podemos esperar y amar ‘todo’, hasta lo que no entendemos, hasta un humilde pesebre, que acabó con nuestra espera.

Te abrazo, Antonio Guzmán

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir